martes, 24 de julio de 2012

COLOMBIA, PAIS SIN MEMORIA… O CREO QUE ASI ERA EL TITULO.


COLOMBIA, PAIS SIN MEMORIA… O CREO QUE ASI ERA EL TITULO.

Alguna vez escuche o leí que Colombia era un país sin memoria. El que lo dijo tal vez tenga razón, porque no recuerdo quién lo dijo, ni hace cuanto, ni mucho menos cuando fue que lo escuche.

Pero lo que sí recuerdo, es que muchos se escandalizaron por un artículo que una reconocida actriz y humorista escribió acerca de las personas obesas, y fue tanto la alharaca que no descansaron hasta que la hicieron disculparse públicamente porque no le respetaron su opinión, porque no le vieron el chiste o la gracia. Muchas de las personas que se sintieron aludidas se excusaron en argumentos como el hecho de que este personaje es una figura pública  y por lo cual estaba mal visto, cuando ella lo único que hizo fue exponer abiertamente lo que muchos colombianos no son capaces de decir precisamente en público. Si de algo estoy seguro es que ella pudo haberse disculpado, pero el que ella deje de preferir la figura estilizada a una amorfa y obesa eso si lo dudo, es como si de la noche a la mañana se nos exigiera que dejemos de comer carne y empecemos a engullir verduras o dejemos de alabar a Jesús y adoremos a Visnú.

Ahora, lo que toca preguntarse es si alguno de nosotros nunca le ha dicho “gorda”  a nuestra amiga que tiene unos kilos de más, o han catalogado de “negro” al que no es albino y a este ultimo nunca lo han llamado “mono”, y al que nació con labio leporino no lo  han dicho “ñato”, o cuando quieren insultar a alguien que comete un error no hemos lanzado expresiones como: “usted si es bien homosexual”, para no usar la palabra  despectiva que ya todos conocemos.

Seguramente un grupo de colombianos hoy está escandalizado por el comportamiento de cierto personaje abiertamente homosexual en un famoso reality nacional, y diariamente hemos visto como lo critican, lo juzgan, lo humillan, e incluso en cierta ocasión, pude ver como una de las participantes le  dijo que eso no era la vida real, que esta era peor. Y por supuesto que no se equivoco. La vida real, es peor, porque son millones de personas insultando al que es diferente, al que tiene un color de piel distinto, al que no nació en una casa estrato seis, al que no le gusta vestirse como hombre y prefiere unos tacones, a la nena que abandono las muñecas para manejar un carrito, al que se dejo crecer el pelo largo porque su banda favorita de rock así lo tiene, y etcétera.   

Ese es el mundo real, donde está bien que haya personajes nacionales como “piroberta”, porque él es un “varón” ridiculizando a una minoría excluida durante mucho tiempo y nadie tiene que sentirse ofendido, donde está bien que te digan “indio” y sea tomado como una ofensa, y la lista de ejemplos sería extensa. Pero ya he olvidado lo que realmente quería expresar en este artículo y como también he olvidado lo que dijo la columnista de aquella revista, y quizás también olvidare a Colmenares, a los indios del Cauca, a Ingrid Betancourt, a Uribe, a Chávez y próximamente a Santos. Me haré el de la vista gorda y el de oídos sordos y cargaré conmigo  una nota así como hicieron en Macondo de algo que no debería olvidar: 

“Vivo en un país pluricultural, multicultural y diverso. Por lo tanto todos somos diferentes. Y las diferencias hay que respetarlas, donde lo único que hay son etiquetas, y lo único que tenemos que hacer para ser más tolerantes es arrancarlas”.

Carlos Guerra Llerena.

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